Cuando sufres un SPC (también conocido como síndrome postconmoción cerebral), te das cuenta de que los síntomas tras una conmoción cerebral duran más de lo esperado. Puedes experimentar fatiga, dificultad para concentrarte, dolores de cabeza o irritabilidad. Esto puede afectar mucho a la vida cotidiana.
Reclamaciones en PCS
Recuperarse tras un SFC puede ser difícil porque los síntomas son diversos y no siempre visibles para el mundo exterior. Sin embargo, a menudo tienen un gran impacto en tu vida cotidiana. A continuación se exponen las quejas más comunes que encajan en el síndrome postconmocional.
Dolores de cabeza y mareos
Muchas personas experimentan dolores de cabeza prolongados o una sensación de presión en la cabeza. También son frecuentes los mareos o las alteraciones del equilibrio. Esto puede restarte movilidad o hacerte sentir inseguro al caminar.
Fatiga y problemas de sueño
Una conmoción cerebral le cuesta al cuerpo mucha energía. Cuando los síntomas persisten, suele aparecer una fatiga constante. Además, los problemas de sueño pueden hacer que tengas aún menos energía durante el día.
Problemas de concentración y memoria
El cerebro necesita tiempo para recuperarse. Como consecuencia, puede resultarte más difícil mantener la atención, recordar información o realizar varias tareas a la vez. Esto puede afectar a las actividades cotidianas y al trabajo.
Irritabilidad
La luz, el ruido y los ambientes abarrotados pueden percibirse como demasiado intensos. Esto hace que sea más difícil buscar situaciones sociales o mantenerse activo durante largos periodos de tiempo.
Cambios de humor y quejas emocionales
Además de los síntomas físicos, el SFC también puede afectar a tu estado de ánimo. Puedes irritarte con más facilidad, experimentar sentimientos sombríos o tener dificultades para regular las emociones.
Por qué es importante la recuperación profesional
Intentar recuperarte por ti mismo después de un PCS puede ser frustrante. A menudo es demasiado lento o experimentas recaídas. Un programa especializado ofrece estructura y la orientación médica adecuada. De ese modo, puedes estar seguro de que tu cuerpo y tu cerebro tienen la oportunidad de recuperarse de forma saludable.
En Medifit, primero un equipo médico evalúa exhaustivamente tu situación. A continuación se elabora un plan personal. Puede incluir fisioterapia, asesoramiento neuropsicológico, entrenamiento en relajación y mejora del equilibrio y la forma física. Todo está dirigido a apoyar tu recuperación tras una conmoción cerebral de la forma más completa posible.
Retomar la vida
Recuperarse después de un PCS también significa aprender a gestionar los límites y realizar gradualmente más actividades. El programa te ayuda a recuperar la confianza y a desarrollar habilidades prácticas. Como resultado, puedes volver a funcionar de forma más independiente y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Recuperarse de una conmoción cerebral: después de un curso de rehabilitación
Un programa de rehabilitación suele ser un paso importante hacia la recuperación de una conmoción cerebral. Sin embargo, el proceso no se detiene ahí. Es importante mantener los progresos que has hecho y seguir reforzándolos en la vida cotidiana.
Después de un PCS, es muy importante permanecer alerta a los signos de fatiga o sobreesfuerzo. Permítete descansar lo suficiente y aumenta gradualmente las actividades. No fuerces la recuperación, pero encuentra siempre un equilibrio entre esfuerzo y relajación.
Estructura, regularidad y estilo de vida saludable
Un horario diario fijo ayuda a tu cerebro a procesar mejor los estímulos. Las horas de sueño regulares, las comidas tranquilas y un horario de actividades bien equilibrado dan estabilidad y facilitan el control de los síntomas.
El ejercicio contribuye a la recuperación tanto del cuerpo como de la mente. Se pueden continuar los paseos tranquilos, los ejercicios ligeros o las actividades que aprendiste durante la rehabilitación. Combínalo con un estilo de vida saludable, como una dieta equilibrada y evitar el consumo excesivo de alcohol.
Apoyo social y mental
Sigue hablando de tus experiencias e indica cuándo algo te resulta difícil. El contacto con familiares, amigos o compañeros puede ayudarte a sobrellevar los efectos del SFC. También puede ser valioso continuar con el asesoramiento psicológico si ves que los síntomas siguen siendo emocionalmente agotadores.
Durante el proceso, a menudo has aprendido nuevas estrategias y ejercicios. Aplicarlos regularmente te ayudará a mantener el progreso. Piensa en técnicas de relajación, estrategias de memoria o ejercicios de equilibrio y coordinación.
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