A los 43 años sufrí una hemorragia cerebral. Desde ese día mi vida cambió totalmente. Las consecuencias físicas y mentales son diferentes para cada persona. En mi caso tengo ligeras limitaciones cognitivas y estoy paralizado del lado derecho. Después de un expectante periodo en el hospital, para ver si tenía que ser operado o no, fui al centro de rehabilitación. No podía hablar y estaba totalmente perdido y sufrí delirio.
Después de dos días en el centro de rehabilitación, me quedé allí durante 7 semanas para mi satisfacción. Hice progresos y tuve mucha terapia en todos los niveles. Esta fase está preparada para manejarse (con o sin ayudas) de forma responsable para volver a casa o continuar la rehabilitación en otro lugar. Afortunadamente, me permitieron volver a casa. Una vez en casa, la rehabilitación fue a un ritmo mucho menor, y en esta fase uno debe prepararse para el duro mundo exterior.
Luego recibí terapia durante 6 meses durante 3 horas a la semana. Una vez al mes tenía una conversación con el trabajo social. La formación física (fitness) no era suficiente. Se me sugirió que entrenar los músculos no sirve de nada si no los usas y tuve que tomármelo con calma. Tuve una subluxación en el hombro y sufrí mucho por ello. Me estaba deprimiendo, quería avanzar. No quería que me engañaran con una guardería y un triciclo. Personalmente me beneficia sacarle todo el jugo físicamente, entonces sé a qué atenerme y a lo que me enfrento.
Afortunadamente, una de mis hermanas dio con un centro de rehabilitación en España (Medifit) a través de Google. Ofrecían rehabilitación intensiva para personas con un ACV (accidente cerebro vascular) y además lo cubría mi seguro holandés. ¡Eso era demasiado bueno para ser verdad! Podría empezar a trabajar ahí.
Desde el día que llegué a Alicante con mis hermanas, no creí que existiera realmente hasta que el conductor vino a recogernos. Qué acogida tan cálida y humana, todos fueron tan amables y sinceros. Nos llevaron a un bonito y acogedor apartamento. ¡Allí comenzó el emocionante viaje con una nueva esperanza! Al día siguiente tuve una entrevista y me realizaron un examen físico y se discutieron mis objetivos personales. Quería aprender a caminar mejor y recuperar el uso de mi brazo/mano. Durante 8 semanas entrené intensamente de 3 a 4 horas al día sin una pierna o brazo ortopédico. Cada semana revisaban mis progresos y ajustaban el tratamiento sobre la marcha. Al final, no se lograron todos mis objetivos, pero puedo volver a caminar sin una pierna ortopédica y mi estabilidad y resistencia han mejorado enormemente. Mi brazo ya no necesita tampoco una órtesis. Puedo levantarlo más alto sin dolor y hay una actividad regular en mi mano. El punto fuerte de Medifit es que es una clínica relativamente pequeña en la que las personas trabajan con las personas. No sientes absolutamente ningún número. Lo bueno es que los empleados no se rinden y ven un reto en todo. Si no va a la izquierda, lo intentamos a la derecha. Todos los empleados son profesionales, tienen ganas y sobretodo son muy amables.
Suena como unas largas vacaciones en España, pero hay que trabajar duro. Puede dejar literalmente las preocupaciones diarias en casa y centrarse por completo en su recuperación, tanto mental como física. ¡Un gran concepto y grandes personas!
¡Vuelvo a tener una meta y veo el futuro un poco sentado, esto fue antes de esta aventura cero!
Medifit, gracias!